miércoles, 28 de agosto de 2013

La búsqueda de la felicidad interna

                                                                  


      La felicidad parece ser inalcanzable en este mundo tan imperfecto. La gente vive mecánicamente en una constante tristeza sin fin. Se levanta por la mañana para ir al trabajo y pasa casi todo el día en una oficina o en un negocio haciendo algo que odia. ¿Por qué entonces la gente elige algo que le hace infeliz? ¿No sería más fácil elegir lo que nos da felicidad? Parece que la gente está empecinada en vivir en una plena infelicidad eligiendo todo lo contrario de lo que tendría que elegir. Por ejemplo se han preguntado alguna vez, ¿qué es lo que me hace verdaderamente feliz? ¿Amo mi trabajo? ¿La casa en donde vivo es la casa de mis sueños? ¿Estoy feliz al lado de esa persona? Preguntas tan simples y tan fáciles de contestar que lamentablemente nadie de nosotros las hace a sí mismo. ¿Por qué? Tendríamos que hacernos estas preguntas cada mañana antes de levantarnos de la cama, al abrir lo ojos y contestar sinceramente. Así nos hubiéramos ahorrado de tantos disgustos y tanta infelicidad.
      La vida es tan simple y nosotros la complicamos cada día más y más. Todos vinimos a este mundo por alguna razón y esa razón es la que todos tenemos que descubrir manifestando los dones o carismas de cada uno. Esos dones que nos prestó Dios para usarlos unicamente para el bien. Hacer el bien, dar todo sin pedir nada a cambio, ayudar a la gente, son pequeños detalles que al hacerlos nos entregamos a la felicidad. Para recibir felicidad primero hay que dar felicidad. Para recibir amor hay que dar amor. Es así de simple. Cuando alguien hace el bien espera consciente o inconscientemente una recompensa y eso es un grave error. Es cierto que siempre hay una recompensa para todo, incluso para nuestras malas acciones, pero no hay que esperarla porque así no va a llegar. Y tampoco hay que quejarse si no vemos venir la felicidad. Hay que tener fe en lo invisible y creer que tarde o temprano vamos a recibir lo que realmente merecemos. 
      ¿Ustedes están buscando la felicidad? ¿Dan felicidad a los otros para que ustedes la puedan recibir? Todo es reciproco en la vida. ¿Para qué esperas que tu marido te diga "¡Qué bien que cocinas!" si tú nunca se lo dijiste a tu madre? Tu madre también es una persona y necesita que le muestres cariño. ¿Cuántas veces aceptaste un regalo de un amigo, una invitación para ir al cine o incluso dinero? ¿Muchas? ¿Pocas? Si todavia no recibiste algo bueno de alguien es porque tú mismo negaste o no quisiste dar un regalo, invitar a alguien o regalar dinero. La ley de reciprocidad o Karma se encarga de darnos lo que merecemos según nuestras acciones pasadas. ¿Ahora entienden por qué las personas viven en la miseria quejándose todo el tiempo? Tienen el corazón totalmente encerrado con cadenas y no aceptan ser felices. Es su decisión, ellos la han tomado conscientemente.
      ¿Ustedes qué decisión van a tomar a partir de ahora: ser felices o infelices? ¿Qué creen ustedes que tienen que hacer: dar amor, regalar sonrisas, ayudar a la gente o ser egoistas viviendo unicamennte para pasarla bien y nada más? El ego es el peor enemigo de cada uno. Es el que no nos deja vivir la vida como merecemos vivirla y disfrutar de cada momento al lado de las personas. Es el que nos aleja inconscientemente de la felicidad. ¿Qué tenemos que hacer con este ego vestido de orgullo? Hay que aplastarlo conscientemente, hay que hacerlo desaparecer porque solo así vamos a ser felices. Solo así vamos a poder sentirnos aliviados por primera vez. La felicidad se halla siempre en el amor. Dios nos creó por amor y para dar amor. Esa es la naturaleza del ser humano. Y no se olviden de que Él es Amor Puro..

No hay comentarios.:

Publicar un comentario