Hace unos días fui al banco a hacer unos trámites. Mientras estaba esperando mi turno me senté en una silla porque había mucha gente. Después de un rato vino una señora y se sentó a mi lado. Me miró a los ojos y me dijo con una sonrisa "¡Buenos días!". De repente sentí algo inexplicable dentro de mí. Es la primera vez después de tantos años que escucho un "buenos días" que salga directamente del corazón. Me había olvidado de esa sensación hermosa que te generan tan solo dos palabras, claro cuando las pronuncias desde lo más profundo de tu ser. Me hundí en mis pensamientos. ¿Cuándo fue la última vez que escuché un saludo tan cálido de una persona? Claro que muchas veces la gente me saludaba por la calle pero nunca sentía lo que decía. Siempre con esa sonrisa hipócrita preguntándome cómo estoy, no para saber si estoy bien, eso era lo que menos importaba.. ¿En qué momento dejamos de ser humanos? ¿En qué momento nos dejamos de preocupar por el prójimo? Lo único que ya nos diferencia de los animales es que nosotros podemos hablar.. ¡Ah cierto que algunos animales también!..
No hay comentarios.:
Publicar un comentario